Qué abandonadísima tenía esta sección! Tanto que sólo tenía una receta... Retomamos, espero. Y no es que no cocine.
En mi nevera casi siempre hay un calabacín. Es algo que utilizo mucho para cocinar, en lasañas, en tumbet, en pasta,.... Me gusta el sabor y es una buena opcion para comer sano.
Esta vez me he decidido a utilizarlos en una receta que no había hecho nunca.
INGREDIENTES:
2 Calabacines
1 Cebolla grande
1 Zanahoria grande
2 latas de atún en aceite de oliva
Rulo de cabra
Aceite de oliva vegetal
Sal
Ingredientes para hacer bechamel
El primer paso es lavar bien los calabacines, partirlos a la mitad y ponerlos en agua hirviendo con sal durante unos 10 minutos. Esto nos ayudará a sacar la pulpa de una forma más cómoda. Así que cuando estén listos, sacamos la pulpa con cuidado y la separamos. Dejamos también la otra parte que será nuestra base del plato.
Picamos la cebolla y la zanahoria en trozos pequeñitos. Acto seguido ponemos a pochar una poca cebolla con un pelín de sal hasta que esté transparente, que será cuando añadiremos la zanahoria hasta que esté algo blandita. Justo un poco antes de que esté listo, añadimos la pulpa del calabacín para darle un toque de sartén.
Separamos la mezcla de fuego y la mezclamos con 2 latas de atún (con el aceite escurrido). Rellenamos los calabacines con esta mezcla y reservamos.
A continuación preparamos un poco de bechamel del modo que nos resulte más cómodo. Yo soy muy clásica con esto, pero evito la mantequilla, prefiero el aceite de oliva.
Una vez preparada la repartimos por encima de los calabacines con su relleno. Por último, añadimos unas rodajitas de queso rulo de cabra y metemos en el horno unos 5-10 minutos a gratinar. Estará listo en cuanto el gratinado sea de nuestro gusto.
Y... a comer!!!
La presentación no es muy maravillosa (je je), pero lo que importa es el sabor, no?